miércoles, octubre 12, 2011

A PROPOSITO DE LA BIODIVERSIDAD DE LA VIDA

ECOTEOLOGÍA INTERCULTURAL



Por: CARLOS DÍAZ FRANKY

“A aquel que ama apasionadamente a Jesús, escondido
en las fuerzas que hacen crecer a la Tierra,
la Tierra, maternalmente, lo levantará en sus brazos gigantescos,
y lo hará contemplar el rostro de Dios”.
(Teilhard de Chardin)


La crisis ambiental, social, económica y cultural global que estamos viviendo en la actualidad, son un llamado de todo un planeta Tierra, que pide ser escuchado, es la voz de Dios que nos comunica a través de toda la Creación y de todos sus hijos e hijas, los humanos homo sapiens demens su dolor y enfermedad que ponen en peligro la supervivencia de todos y de todo. Todos y todas hemos destruido de modo irresponsable el planeta, por tanto en nuestras manos unidas con otras religiones, culturas y pueblos como familia humana, podemos aprovechar esta oportunidad  para salvar nuestra casa y hogar común.

Barrio de invasión, Bogotá, Colombia

Desde esta perspectiva, el aumento gigantesco de pobres oprimidos y explotados en todo el planeta y la Tierra también como el gran pobre por toda la depredación, contaminación y explotación, hacen surgir un dialogo intercultural e interreligioso que logre orientar todas las acciones humanas para cuidar y sostener la vida en todas su manifestaciones.

Este nuevo horizonte de comprensión, reflexión y acción transformadora que está emergiendo en nuestro caso es la Ecoteología intercultural e interreligiosa de la liberación. Ella se ubica en el naciente paradigma de la interculturalidad, que vamos comprendiendo como una nueva visión, una nueva manera de lograr el “vivir bien” de nuestros pueblos ancestrales, una manera nueva de convivir sin violencia pacíficamente, no importa nuestras diferencias culturales, religiosas, económicas, políticas, axiológicas.

Cerro de Guadalupe, Bogotá, Colombia

Esta perspectiva nueva de la reflexión teológica, aborda también la propuesta intercultural del Foro Social Mundial como alternativa al modelo único y radical de la economía y la política neoliberal que se encuentra en crisis actualmente y que ha hecho grandes daños con los viejos y desgastados modelos de tipo etnocéntrico y mono cultural tanto en las ciencias sociales, también el paradigma de la ciencia y tecnología y la filosofía occidental.

Se plantea desde los anteriormente dicho, que el papel de las religiones está involucrado de fondo, con el desarrollo de una amplia cosmovisión del mundo y de la ética que permita su intervención en el mundo para vivir y promover la sostenibilidad de la vida. Sabemos que los conceptos, actitudes y valores que la gente maneja, provienen principalmente de su concepción religiosa, cultural y prácticas éticas. Por tanto, el verdadero imperativo moral y los sistemas de valores de las religiones y culturas son fundamentales para movilizar una auténtica conciencia, educación, sensibilidad y acciones para el cuidado de la Tierra y de la familia humana y las futuras generaciones.

En medio de la crisis ambiental global y de la crisis social humana, está surgiendo como luz respuesta y acción transformadora una auténtica conciencia planetaria del homo noosfericus. Un nuevo ser humano que tiene como centro de su proyecto de vida, el amor incondicional y de cuidado por sí mismo, por toda su familia humana, por la Madre Tierra y  toda la Creación. Esta conciencia planetaria de cuidar de todos y de todo, nos unifica como un solo organismo viviente que interactúa y trasciende hacia lo que el jesuita y paleontólogo Pierre Teilhard de Chardin llamó la Noosfera. En este nuevo nivel de ascensión, estamos viviendo ya una unidad en las diferencias, en la diversidad y en las convergencias de nuestros pensamientos, sentimientos y espíritus.

Haan Soom Dong, Mayor cueva del mundo, Vietnam

Vemos como actualmente, los pueblos indígenas del mundo aproximadamente 200 millones de personas, han ido asumiendo un liderazgo y su voz silenciada hace muchos siglos por los pueblos poderosos, está renaciendo y siendo escuchada. Nos enseñan que toda la Creación es una común unidad de sujetos, nunca una colección de objetos o de cosas. Y de esa manera es que los humanos hemos tratado todo el universo y a las personas como objetos. Todos en la Tierra y en el cosmos somos una familia entretejida, interrelacionada que dependemos mutuamente, que podemos como lo dice Cristo Jesús: “Amarnos los unos a los otros como Dios nos ama”.   Nuestros hermanos ancestrales, nos hacen el llamado que volvamos abrir nuestros oídos, nuestros ojos, nuestro corazón, para escuchar, ver y sentir… a nuestro Creador el Gran Espíritu, a todos nuestros hermanos y hermanas humanos, a las aves del cielo y los animales sobre la tierra, los árboles y plantas amigos, los peces del mar, las montañas y nevados, los ríos, las quebradas y lagunas, los insectos del bosque, la lluvia, el trueno y el viento, el sol y el arco iris… si no escuchamos la voz de Dios a través de la voz de todos ellos, nuestra autodestrucción crecerá progresivamente.


Indígena Kogui, Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia

No podemos seguir sintiéndonos aislados e indiferentes los unos de los otros con los hermanos humanos y con toda la Creación. Por eso vamos poco a poco saliendo de nuestro egocentrismo y antropocentrismo, para volver a escuchar y cuidar al pobre discriminado y excluido de nuestra sociedad, escuchar el clamor de todas las personas que lloran, que sufren por hambre,  enfermedad, falta de empleo, por falta de amor… nuestro diálogo con la Tierra y todos los seres está roto y por eso la hemos destruido. Si contaminamos todo el mundo externo a nuestro alrededor, contaminamos y destruimos todo nuestro mundo interno. En este aprendizaje, vamos aprendiendo a volver a escuchar y cuidar la Madre Tierra y a sus hijos,   por eso van apareciendo muchas personas, grupos, organizaciones y movimientos trabajando incansablemente en este sentido.
En la siguiente historia, percibamos como los pueblos nativos de todo el mundo se sienten Guardianes de la Tierra y nos anuncian su mensaje:

Hace mucho tiempo el Creador llego a la isla de Turtle y dijo al Pueblo Rojo: “Seréis los Guardianes de la Madre Tierra. Entre vosotros ofreceré la sabiduría acerca de la Naturaleza, de la interconexión de todas las cosas, del equilibrio y de vivir en armonía. Vosotros el Pueblo Rojo, conoceréis los secretos de la Naturaleza. Viviréis con penalidades y la bendición es que permaneceréis cerca del Creador. Llegará el día en que tendréis que compartir los secretos con otros pueblos de la Tierra porque ellos se desviarán de su camino espiritual. El momento de empezar a compartir es hoy”.

                                                                   Don Coyhis indio mohicano

Todas estas señales, nos están indicando un nuevo momento de giro histórico y un nuevo lugar teológico, acerca de cómo sucede la Revelación divina en el universo. Sentimos una nueva Experiencia Reveladora, que nos está comunicando un nuevo sentido de vida del universo, de la Madre Tierra, de la Noosfera, de la Vida en todas sus dimensiones, de lo humano, de la Conciencia Planetaria, de lo Cristiano.
Nuestro Creador, nos entrego la misión de ser Co-guardianes de la única Casa Común que tenemos en el universo y de ser corresponsables de su salud. Todos nosotros que vivimos en y con ella, la tenemos en préstamo de las generaciones futuras humanas y de todos los seres vivos, nos ha sido entregada con mucha confianza para que sostengamos la vida y cuidemos de ella…


Amor en la diversidad…}