martes, marzo 29, 2011

TEOLOGIA Y EDUCACION AMBIENTAL

Iniciando la reflexión:

Por: Nohora I. Pedraza N.
Tomado de: http://centroamarservir.blogspot.com/2010/09/afrontar-con-honestidad-los-desafios-de.html

A propósito de nuestro título del Seminario: LA TEOLOGÍA EN DIÁLOGO CON LA EDUCACIÓN AMBIENTAL –EA-, y del pretexto para iniciar este diálogo: la lectura del Diálogo entre Sentir y Pensar de Saturnino de La Torre, en el encuentro del 8 de febrero, y además, teniendo en cuenta las preguntas provocadoras para la reflexión:

¿Qué sabemos desde el sentir acerca de la EA y de la Teología? ¿Qué desconocemos y qué nos gustaría apre(h)ender? ¿Para qué?; quiero explicar, desde mi sentir, lo vivido en mi formación y proyección de la EA en estos quince años de pensar y repensar su aplicación, y escribo aplicación más desde el pensar que desde el sentir, porque fui formada para fortalecer la corriente de la educación positivista, pues era el paradigma “adecuado” para la época.

¿Por qué el diálogo EA -teología? Porque nos acostumbramos a que nos dijeran lo que teníamos que hacer para educarnos, en este caso ambientalmente, y creo que no ha servido mucho para acercarnos a sentir nuestro entorno y nuestra relación con todas las criaturas vivas y no vivas que existen con nosotros, la especie humana; y desde allí comprometernos en nuevas acciones de respeto y valoración por la madre tierra.

Desde las ciencias duras se nos olvido recrearnos, asombrarnos, ver más allá y en su esencia el planeta como organismo vivo y reconocer su capacidad de resguardarnos y darnos las condiciones para vivir, se nos olvido agradecerle - agradecerle en oración- , más que utilizarlo.

Así, la teología nos acerca, desde mi sueño como educadora ambiental, a otras disciplinas del saber, nos invita a reflexionar desde el diálogo interreligioso, pero a la vez a acercarnos a la espiritualidad. La EA ambiental necesita el ser espiritual-humano, necesita acercarnos al sentir para la toma de decisiones en concordancia con la interrelación sistémica y la ley del equilibrio -aquello que inconsciente (porque no lo sabemos) o conscientemente realicemos en nuestro diario vivir, que afecte nuestro ambiente, en algún momento repercutirá en nosotros-.

En relación con lo anterior, al revisar de nuevo las dificultades que encuentra la EA en su proceso formativo: -EA basada en el activismo per-se, EA sin claridad de conceptos, EA alejada de las realidades locales y comunitarias, EA relacionada únicamente con conceptos ecológicos y naturales, EA instructiva y catastrófica (sí no hace esto, vamos a desaparecer, y algunos dirían pero aún no desaparecemos), EA para solucionar problemas desde lo práctico, que aunque es necesario, no forma acciones a largo plazo (separe residuos y coloque aquí…)-; entonces agradezco desde mi profesión-vocación, encontrar estos acercamientos a repensar, sentir y dialogar para construir un mundo más cuidadoso (como nos dice M. Cándida Moraes: desde la emoción y el amor, desde las actitudes amorosas como claves para el desarrollo biológico, mental, social y ambiental) de las personas en relación con todo lo existente en nuestro planeta.

Y desde allí acercarnos a nuevos conocimientos y conceptos, pensados desde la articulación ciencias sociales- ciencias naturales, como el de sistema ambiental, educación, ambiental, contexto, que nos da la Política Nacional De Educación Ambiental –PNEA- para acercarnos a la cultura de las comunidades y desde allí ver más allá, con el fin de replantear individual y colectivamente nuestra relación con el ambiente en que vivimos, y acercarnos más a la espiritualidad, a como nos dice San Ignacio:

De ahí la invitación, para todos y para mí en este camino de reflexión…


Bibliografía:

DE LA TORRE, Saturnino & MORAES, M. Cándida. 2005. Sentipensar: fundamentos y estrategias para reencantar la educación. Ediciones Aljibe- UNESCO. España

Tomado de http://montetaborsj.blogspot.com/2010/08/superior-de-los-jesuitas-visita-el.html