domingo, agosto 01, 2010

LA CRISIS ECOLOGIA, UNA NUEVA FRONTERA: UN NUEVO CANTO

Con motivo de la Fiesta de San Ignacio de Loyola, celebrada el 31 de julio, el Hermano Nelson Otaya S.J., describe desde Roma el significado actual de la reflexión ecoteologica para la Compañía de Jesús. En la misma tónica de explorar los fundamentos de una ecoespiritualidad ignaciana, agradecemos el aporte de Juan Pablo Rodríguez S.J. por este bello y profundo link sobre "La contemplación para alcanzar amor"  (CIRE)



Imagen tomada del CESEP (Curso de Verano)

Con la reciente Congregación General 35(1) , la Compañía de Jesús entonó una nueva nota de toda la melodía que se comienza a construir. Hace unos años se inició con esta composición, que fue dando origen a una serie de notas que reunidas en sí, conforman parte de un proceso que busca interpretar el canto de la tierra, de la vida en justicia, de la paz y la convivencia. Una interpretación que no solamente está en las manos de unos pocos, sino en miles de actores que hoy tienen el conocimiento, la voluntad y la operatividad para llevar a cabo un cambio según los tiempos lugares y personas.


Como parte de la metodología de la CG35(2) , se les pidió a todas las provincias que enviaran un aporte discernido sobre diversos temas. Muchos jesuitas enviaron su partituras, fruto del aporte de los miles de colaboradores apostólicos en las diferentes fronteras del mundo. Al final, todo este material se concretó en unos postulados que fueron abordados durante el tiempo de las reuniones de la CG35. En cada postulado(3) se refleja una situación concreta, pero siempre referida a las posibles consecuencias globales en la Compañía en el mundo y viceversa.


Todo este trabajo respalda el impulso que han logrado realizar un gran número de colaboradores apostólicos y jesuitas; esfuerzos que buscan unirse a un canto en medio de la diversidad. Diferencias que nos unen y otras que nos separan. Pero cuando se trata de la vida son más las que nos unen que las que nos separan. Especialmente hoy en medio de un mundo globalizado que necesita de nuevos lenguajes, que lleven a la paz y no a la guerra. En este trabajo lo importante es que todos tengan claro su papel y un lenguaje que cada vez que suene la primera nota de la melodía de la vida que sea una armonía día tras día.

Desde nuestro contexto colombiano, los aportes fueron de gran acogida en la CG35, especialmente el desarrollo de las propuestas del trabajo social para la justicia social y la ecología. Fruto de muchos esfuerzos que siguen buscando nuevas maneras de vivir según una fe como compromiso con la justicia y la reconciliación. Todos tienen rostros concretos que se plasman en el un nuevo lenguaje para hablar del tema ecológico. Rostros que han logrado hacer proyectos sostenibles en articulación con el campesino y el ingeniero. Rostros concretos que en un seminario reflexionan académicamente con los pies en la tierra. Todos estos rostros de colaboradores apostólicos y jesuitas, hoy han hacen posible hablar de ecología en una congregación de la Compañía de Jesús. Ciertamente faltan kilómetros por recorrer pero como dice la canción, caminante no hay camino se hace camino al andar.


El Padre Provincial de Colombia, siguiendo el espíritu de la Congregación General nos ha insistido en caminar hacia las nuevas fronteras que nos presenta este mundo. Hoy somos consientes que los retos y desafíos de la crisis ecológica, son más que sembrar arbolitos en la plaza del pueblo. La reflexiones y experiencias del trabajo de las obras sociales, nos han mostrado que no se puede separar la fe de la justicia y lo ecológico de lo humano. Los lenguajes dualistas de una fe de “pelar rodilla” sin obras, no sirve de mucho; como también un árbol que se siembra sin un compromiso cotidiano convierte este gesto humanitario en un acto simbólico sin sentido


Hoy se necesita un rumbo que nos permita llevar este proceso hacia un trabajo integrado. Que mejor escuela aquella que llamamos naturaleza, cuna de la sabiduría. Simplemente para iluminar esa sabiduría, coloco como ejemplo el trabajo de las hormigas y una experiencia de su eficacia. Gracias al calor de los últimos días en Roma, la hormigas año tras año ingresan a la casa en busca del dulce que puedan llevar a sus “casas” que las construyen en varios frentes desde donde preparan sus misiones. Según lo que he observado, sus nidos están cerca de árboles y plantas con forraje suficiente para darles sombra al medio día, ya que las temperaturas pueden alcanzar los 40 grados.


Cuando invaden la cocina o el cuarto, el primer paso práctico, consiste en buscar lo que las atrajo hasta este lugar, luego iniciar con el desalojo. Aunque seas muy amante de la ecología es complicado vivir con las hormigas, especialmente cuando te invaden el cuarto. Son muchas las preguntas que me hice cuando las miré en mi cuarto, pero lo inmediato era sacarlas. Después de creer que había encontrado el motivo de su presencia y luego que las había vencido con un insecticida resultó que al otro día llegaron nuevamente por otro lugar y en mayor número. Lo que me llevó a investigar nuevamente las posibles causas, hasta que por fin descubrí que el objetivo no era mi cuarto sino que era un camino para llegar a una planta de menta que está justo al frente de mi ventana.


En el trabajo ecológico hay que descubrir en realidad el origen de lo que llamamos “crisis ecológica” y sus consecuencias. En esto la historia como bitácora es un recurso indispensable. Puede ser que en nuestra visión sea un problema pero en el contexto sea parte de un proceso global o simplemente como el caso de la hormigas, corresponda a un simple paso de un objetivo diferente al que se cree. Posteriormente los elementos que se utilizan deben ser ajustados al problema. En el caso de las hormigas, con el fin de eliminarlas de mi cuarto, utilicé un insecticida que no les hizo “cosquillas” pero a mí me ocasionó una reacción en la piel que aún estoy tratando con medicamentos y tomando agua. Es por eso, que el trabajo que la CG35, ha postulado como una camino de reconciliación con el ambiente, corresponde a un trabajo integrando tanto de mitigación del cambio climático pero al mismo tiempo de conversión de la vida interna y el proceder cotidiano.


He esbozado unas posible notas que podrían interpretarse para comprender un canto que es aún mayor que el “tarareo” que podríamos estar interpretando o como el caso de las hormigas podríamos estar enfocados en un problema que es una consecuencia y no la causa originaria de la crisis ambiental. A continuación presento los puntos que he considerado en mi reflexión como pasos que surgen de la CG35 y el trabajo que se desarrolla desde esta inspiración:


Identidad


1. Una espiritualidad desde la reconciliación con Dios, con los demás en convivencia con la creación.


2. La espiritualidad ignaciana como fundamento ecológico.


3. Ecología: una dimensión constitutiva de la fe, la vida y la misión.


4. Diálogo inter-cultural y religioso para establecer puentes frente al mundo actual.


Contexto.


1. La situación de los pobres y las consecuencias ecológicas pastorales.


2. Incorporar alternativas para un desarrollo sostenible.


3. El trabajo con el mundo juvenil para fomentar una generación de solidaridad ecológica.


4. Examinar el estilo de vida en los diferentes contextos a partir de la fe y justicia ecológica.


5. Una opción preferencial por los desposeídos del cambio climático.


6. Planear, hacer, verificar y actuar a partir de la crisis ecológica en todos sus niveles.

Academia

1. Estudiar a profundidad el tema del cambio climático y alternativas de adaptación y mitigación.


2. Formular alternativas económicas en los países empobrecidos.


3. Elaborar y difundir criterios metodológicos y epistemológicos para comprender la actual crisis ecológica


4. Contrarrestar los efectos negativos de la globalización.


5. Analizar la huella ecológica que deja nuestro apostolado: consumismo y degradación del planeta.


6. Fomentar proyectos educativos desde una base de formación ecológica como consecuencia de la fe y la vida que nos exige un actuar en justicia, paz y reconciliación.


7. La ecología como lenguaje de un diálogo interreligioso y ecuménico.


La cuestión ecológica es un canto que se escucha como el canto del ave fénix que resurge de la cenizas, porque no se trata de sobrevivir sino de vivir en integración y comunión con todo lo que nos rodea, se trata no solo de eliminar hormigas sino de comprender el porqué de su presencia. El hombre ha comprendido, que la madre naturaleza es tan valiosa como una gota de sangre que conforma nuestro cuerpo o como una gota de azúcar que atrae a todo un batallón de hormigas, o como una un instrumento que guiados por una partitura es la inspiración para escuchar un gran concierto o iniciar una fiesta hasta las cinco de la mañana.

Para la Compañía de Jesús, lo ecológico cada vez tiene un eco más grande, sobre todo en cosas concretas que hacen posible vislumbrar otras fronteras posibles. Recientemente en la Curia General se reunión un grupo de colaboradores apostólicos y jesuitas, para preparar un primer borrador como parte del compromiso de la CG35. El documento se espera que al final de este año pueda ser entregado al P. General. Durante estos días trabajaron sobre el aporte de la Compañía con la ecología.

Resta pedir la gracia para hacer buenas elecciones frente a una situación que nos exige nuevas maneras de pensar. Un camino que en está presente en nuestra espiritualidad, y que es la base de todo nuestro trabajo. En el numeral 175, San Ignacio nos coloca los tres tiempos para hacer sana y buena elección, desde aquí podemos descubrir una manera de hacer este buen discernimiento. Este nuevo canto es un eco de lo ecológico que en la Compañía de Jesús ha motivado nuevas interpretaciones de posibles líneas de acción que promuevan un verdadero aportes desde un estudio más interdisciplinario acorde según los contextos, las personas y sus culturas.

Tenemos pocas oportunidades para decidir lo que más adelante queremos ser o hacer. NO es el final de los tiempos, no es el último canto, tampoco será la ultima vez que las hormigas me visiten, pero lo cierto es que entre más acertados seamos mayor es la posibilidad de trabajar integralmente. La Compañía como garante de la herencia Ignaciana, que no es propietaria sino, una acompañante que está llamada a dinamizar y armonizar este canto que poco a poco debe convertirse en una gran sinfonía que sea tan conocida y motivante como la “camisa negra” de Juanes, como las letras de Silvio Rodríguez, o el Padre Nuestro cantado en una misa, pasando por el conocido efecto Mozart hasta llegar a una composición como la Oda de la Alegría y otras que serán afectivamente y musicalmente apreciadas según los gustos y conocimientos en la materia.


Estamos llamados a vivir y ser contemplativos en la acción, lo cual implica descubrir diariamente lo que puedo y he de hacer para trabajar por un mundo más justo entre nuestra manera de vivir y el lenguaje que usamos para referirnos a todo lo existente. Cada uno es importante, lo cual indica que el trabajo no es de unos pocos y la verdad no reposa en una sola persona. La CG35, nos ha dado un movimiento, nosotros desde el lugar en el que nos encontremos estamos llamados a interpretar un canto que motive y conduzca hacia nuevos caminos y propuestas. Nuevas líneas que tracen espacios o contextos desde donde se realice un cambio de paradigma. Es un compromiso, que implica tomar decisiones, porque quien no decide termina haciendo lo que el común de la gente hace, siguiendo patrones de consumo e ignorancia. Es un paso de la “la fe del carbonero” ha una fe que se sale del código para encontrarse con lo humano según este tiempo y las nuevas fronteras a las cuales todos estamos llamados a enfrentar.


Todos somos importantes en este trabajo, las soluciones serán acertadas tanto cuanto mayor sea el discernimiento. Desde la Compañía se están dando pasos de animal grande, pueden ser mayores en la medida que los esfuerzos y reflexiones sean cada vez más integrales.


(1)La Congregación General es el órgano legislativo que tiene la Compañía de Jesús. Se puede reunir, para elegir General o para tratar temas de prioridad global que convoque el General.

(2) COMPAÑÍA DE JESÚS, Congregación General 35. Roma, Ediciones Mensajero, 2008.
(3)Cuando se convoca a una Congregación General, se realiza la preparación de los temas a tratar, para esto se solicita a todas las provincias que envíen temas que se consideren prioritarios para dialogarlos en esta reunión. Una vez definidos se hace una selección y clasificación. Al final se decide si son pertinentes al gobierno del General o se pueden abordar desde el gobierno de cada provincia. En esta Congregación, se destaca que los postulados sobre ecología fueron los más numerosos. 


NELSON OTAYA S.J.
Licenciado en Teología.


Actualmente vive en el Istituto Orientale.
Telefonos: 06 4474170. Celular: 328 3355863.

Dirección Piazza Santa Maria Maggiore 7, 00185 Roma.
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